Quedan aún seis meses para uno de los acontecimientos más importantes del año en la ciudad: la Semana Santa. La crisis del coronavirus obligó a suspender la edición de 2020, en uno de los momentos más amargos que se recuerdan en el mundo de las cofradías de Valladolid (y de toda España). Entonces se habló de una posible celebración de las procesiones en pleno septiembre, que no logró demasiada unanimidad, y que se diluyó según se fueron desarrollando los acontecimientos.
Hoy, en plena segunda ola, con los contagios creciendo y con un futuro poco esperanzador, TRIBUNA se ha puesto en contacto con el presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Valladolid, Isaías Martínez, quien está viviendo esta etapa “angustiado” e “impotente» por no poder celebrar ninguna de las actividades habituales en torno a la Semana Santa.
Isaías Martínez explica que aún queda “mucho” para la Pasión de 2021, pero es poco optimista por cómo se está desarrollando la evolución de la pandemia y prácticamente descarta las procesiones de Semana santa en la calle. Como posible solución alternativa “para preservar el espíritu semansantero” propone, como ya han hecho otras ciudades españolas, la posibilidad de montar durante esa semana los pasos en sus iglesias para que pudieran ser visitados por sus propios cofrades, por los ciudadanos de Valladolid y por otros visitantes, siempre cumpliendo las medidas de seguridad oportuna.
“No podemos hacer planes de procesiones, tal y como está la cosa sería imposible sacar los pasos a la calle. Que la situación mejora y podemos procesionar sería el no va más, pero por el momento ni nos lo planteamos. Creo que montar los pasos en las iglesias para que pudieran ser visitados sería una alternativa razonable”, explica el presidente de la Junta de Cofradías de Valladolid.
Isaías Martínez habla de los cultos: “Si el aforo se situase en el 50 por ciento, las cofradías podrían celebrar sus cultos, quinarios, triduos y misas, siempre con las medidas de seguridad”. El presidente adelanta que la pregonera seguirá siendo la de 2020, la historiadora María Antonia Fernández del Hoyo, y cree que se podría hacer un “cartel anunciador alternativo”, aunque prevaleciese el de la pasada Semana Santa.
La pandemia ha arruinado muchas de las actividades que se deberían haber celebrado en el seno de la Junta de Cofradías. “A estas alturas ya deberíamos haber celebrado al menos dos plenos y tendríamos que haber inaugurado el Monumento al Cofrade. Nos sentimos impotentes pero yo al menos no he perdido la ilusión. La salud tiene que prevalecer por encima de todo”, concluye Isaías Martínez, quien desea que la situación vaya mejorando poco a poco. La Semana Santa de 2021 volverá a ser distinta, a menos de que ocurra un milagro, aunque seguramente un poco menos amarga que la de 2020.